lunes, 14 de abril de 2014

El gobierno estadounidense pretende que los propietarios de armas lleven pulseras con tecnología RFID

Interesante noticia que pone de relieve los intentos del gobierno federal de EE.UU. de asfixiar las libertades civiles y el derecho de portar armas reconocidos en la constitución de ese país. Pretenden un doble objetivo: presionar a las personas amantes de las armas, para que escojan entre una libertad de movimientos sin ser rastreado o portar armas permitiendo su ubicación en todo momento y también dicho sea de paso, domesticar a los sectores de la ciudadanía mas reacios al uso de la tecnología RFID. La obsesión del gobierno federal de los EE.UU. sobre el control de armas y sus portadores es lógica, si tenemos en cuenta que existen miles y miles de ciudadanos estadounidenses, organizados en milicias y que están dispuestos a defenderse armados, en casos como la instauración de la ley marcial, confiscación de armas, o un abuso de poder. Hace pocos días, milicias de varios estados de los EE.UU. acudieron a Nevada para ayudar a un ranchero en su litigio contra las autoridades por un asunto de expropiación. Al final las autoridades y la policía desistieron en su empeño y se retiraron,ante la posibilidad de que se desatase una guerra de guerrillas. Si los ciudadanos que protestaban en defensa de los intereses del ranchero de Nevada, estuviesen desarmados, el gobierno les hubiera pisoteado. 

El Fiscal General de Estados Unidos, Eric Holder ha afirmado, en una reciente comparecencia en el Congreso norteamericano, que los propietarios de armas en los Estados Unidos, finalmente, podrían verse obligados a llevar brazaletes de rastreo RFID que monitoricen sus movimientos.


Algo que pone muy nerviosos a los defensores de la segunda enmienda de la constitución americana, (que garantiza el derecho a la posesión de armas) y que podría acabar derivando en un conflicto civil.

Eric Holder

Según Holder:

“Aplicando la tecnología disponible, trataremos de conseguir que una arma solo pueda ser utilizada por el propietario legal del arma”

Eso implicaría implementar lo que se conoce como “pistola inteligente” (Smart Gun).

Una pistola inteligente requiere que el tirador lleve puesto un brazalete con un chip RFID en su interior, que se comunica con un chip situado dentro de la pistola, permitiendo que ésta dispare.


Eso impide que las pistolas robadas puedan ser disparadas, pues el ladrón no dispondrá del brazalete registrado asociado a esa arma.

Eso permitiría a las autoridades llevar un exhaustivo registro de todas las armas en los Estados Unidos y realizar un seguimiento de la ubicación física de las armas y de sus propietarios en todo momento.

Algo que según los defensores de la Segunda Enmienda, significaría el primer paso para una futura confiscación masiva de las armas en manos de los ciudadanos americanos y una nueva herramienta de control y seguimiento de la población.

Sea como sea, el estado policial americano sigue avanzando…